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LOS PILARES DE LA PRODUCCIÓN LOW COST

Considero que cualquiera que tenga la intención de producir un largometraje low cost hubiera deseado tener unas pautas a través de un curso de cine. Al menos, así es en mi caso. Una suerte de taller o curso barato para poder encarar, como no podía ser menos, una producción independiente.

Por suerte, durante la preproducción y posproducción de ‘Herederas’, 2021, conté con buenos colegas y compañeros del sector que ya tenían experiencia en la materia y que pudieron asesorarme en determinadas dudas y trámites. Aun así, siempre pensé: lo que habría dado yo por saber cómo hacer una película, antes de siquiera, plantearme el hacerlo.

Y de ahí surgió el Curso Presencial de Cine Low Cost, un curso de cine enfocado a paliar el desconocimiento que hay en el medio respecto a la producción Low Cost. Veremos, a modo de repaso, lo que considero los tres pilares fundamentales a la hora de tener en cuenta el cómo hacer una película de bajo presupuesto. Una suerte de prólogo, para aquellos que aún se estén pensando el iniciarse en esta aventura de extremas adversidades.

Sobre todo, porque cuando no hay dinero: toca agudizar el ingenio.

Pilar 1: ¿Cómo iniciar tu proyecto de cine independiente?

Por muy a la contra que esto pueda interpretarse, hago mías las palabras del también cineasta independiente, Antonio Dyaz (‘Off’, 2002) de su, para mí, imprescindible, ‘Manual de instrucciones Cine Independiente: cómo producir y dirigir películas sin ir a la cárcel’, 2008: “No hagan cine, dedíquense a otra cosa.”

O lo que viene siendo lo mismo, la mejor forma de iniciar un proyecto de cine independiente, es no empezarlo. Y eso es todo, amigos. Adiós.

Lejos de este comentario jocoso (que no irrealista), pretendo impulsar el ánimo creador del lector. La situación que atravesaba el cine español hace 20 años, que es la que vivió Dyaz, no es la de ahora, ni por asomo. Una cosa está clara: antes que hacer corto, hacer largo.

Pero volviendo al, ¿por dónde empezar? Evidentemente por una idea, pero esto nos lleva a otra pregunta, ¿cualquier idea es válida para un largometraje low cost? Esta es una de las cuestiones que abordaremos en el curso, y que casi cualquier curso de cine que se precie o en las escuelas de cine, ha de ser discutida.

Remitiéndome a Roger Corman, el maestro del cine de guerrilla, y a una de sus citas más celebres: “Puedes hacer una película sobre cualquier cosa, siempre y cuando tenga un gancho para colgar la publicidad”.

No debería haber límites, aunque en el Curso de Cine Low Cost, comprobaremos que existen, desde antes que podamos concebir una idea, una serie de aspectos definitorios que provocarán que amoldemos nuestra propuesta hacia unos parámetros determinados y que se ajustarán a aquello con lo que podemos contar, y aquello con lo que no. Tanto en términos económicos, como materiales, logística y gestión de tiempos.

 

 

Pilar 2: ¿Cómo rodar tu película con bajo presupuesto?

Como no podía ser menos precisaremos de un material técnico y accesorios: cámaras, iluminación, sonido, transportes, etc. Si todo lo reducimos al mínimo, es decir, no ya al cine low cost, sino al presupuesto 0: una persona y una cámara serían más que suficientes.

Previamente a la producción de ‘Herederas’, yo ya había realizado dos largometrajes independientes como director y productor. Ninguno de ellos se puede visionar, básicamente porque los considero experimentos, más o menos fallidos, y de cuya experiencia pude ahorrarme estudiar cine en Madrid.

El primero fue un absoluto desafío de filmmaker, rodar un largometraje mudo, experimental y surrealista, donde el único actor era yo, y abarcarlo todo: puesta en cámara, iluminación, efectos, arte, edición y composición de la música. La elección de la cámara es importante, pero que no os engañen: qué imagen quieres obtener, lo es todavía más.

En las escuelas de cine o en las academias de cine, se acostumbra al alumnado a contar con lo mejor, un error perjudicial para la formación. Entre el año pasado y este, actué en un largometraje low cost, en donde el director, también protagonista, mezcló dos formatos de grabación: uno con una videocámara casera de cinta SD y otro con una Black Magic Pocket. Sabía que impresión quería causar con esta disociación de la imagen, y eso es algo que también forma parte del cómo se rueda.

Por supuesto, dependiendo de las propias características del proyecto, el filmmaker sabrá si ha de contar con un mayor número de personas en el equipo o no. ‘Mi’, de César del Álamo, 2009, contó con un total de 8 integrantes del equipo en rodaje.

Pilar 3: ¿Qué recursos básicos se precisa para iniciar un proyecto de cine independiente?

Una asignatura pendiente en cualquier curso de cine, de cinematografía, o en las escuelas de cine, es cómo identificar los valores de producción del proyecto y explotarlos al máximo. Es decir, el conjunto de elementos que hace viable la realización de la película y en donde reside su potencial como producto.

El Kairós del cine independiente siempre ha tendido a la contemporaneidad en que se producen, como ‘Clerks’, de Kevin Smith, 1994. Una película que únicamente es entendida en el contexto de su época, pero esto no ha de ser interpretado como una flaqueza, pues hay películas que resisten bien el paso del tiempo y de las circunstancias.

El formato #LittleSecretFilm que colaboraba con Calle 13, a principios de la década del 2010, puso en boga la producción del denominado como nuevo cine low cost español; y que ha tenido tanto impacto, que ya tiene su propia categoría en Filmin.

Las pautas de aquel formato consistían, como hiciera el Dogma 95 de Lars von Trier y Thomas Vinterberg, en abogar por una nueva forma de hacer cine, dentro de la precariedad imperante que había por los efectos de la crisis económica del 2008. Películas realizadas con un ínfimo presupuesto (entre 1.000-2.000 euros), la producción se realizaría en secreto en un plazo de 24 horas, sin limitación para su preproducción y posproducción.

No habría guión escrito, la improvisación sería el motor de las circunstancias, y la financiación corría a cargo del director. El estreno se asumía de forma gratuita en Internet con licencia no comercial Creative Commons. Así como de otras pautas a tener en cuenta.

Lo cual demuestra, que a veces, ni el guión es necesario, sino un punto de partida, unas circunstancias, espacios, ya sean interiores o exteriores, y la creatividad y gestión del estrés necesarios para poder encarar este tipo de producciones.

El Crowfunding también favoreció que otros proyectos pudieran ser realizados de forma mucho más ambiciosa. Como el caso de ‘El cosmonauta’, de Nicolás Alcalá, 2013, que llegó a obtener hasta 130.000 euros en su campaña, sin contar aportaciones posteriores que elevaron el presupuesto final a un total de 860.000 euros.

 

Para concluir, me gustaría recomendar el monográfico ‘Las cortinas son invencibles’, de Raúl Cornejo, posiblemente el único libre dedicado exclusivamente a los films del cine independiente español. Un compendio de entrevistas a los creadores y con anécdotas acerca del proceso de producción, indispensable para todo filmmaker guerrillero.

Lo importante a la hora de cómo hacer una película, ante todo, es tener una historia que contar, no importa lo pequeña que sea; grandes películas parten de premisas minimalistas, y terminan convirtiéndose en hitos. Porque lo prioritario en el cine low cost, es la libertad creativa que ofrece el cómo se cuenta esa historia, sin importar lo arriesgada que sea el tema o el contenido a tratar.

 

¿QUIERES EMPEZAR A FILMAR? ENTRA

https://www.atresmediaformacion.com/curso/curso-presencial-de-cine-low-cost/

Autor del artículo: Álvaro Panadero

Guionista, Actor y Cineasta. Lleva más de diez años produciendo cortometrajes de forma independiente, siendo su primer largometraje como productor, ‘Herederas’, ópera prima de Carlos Marbán, proyectada en la sección Brigadoon de la 54 edición del festival de Sitges y ganadora del premio a la Mejor Película Iberoamericana en la 14 edición del festival Montevideo Fantástico.